Título: Danza de dragones, Canción de fuego y hielo 5
Autor: George R.R. Martin
Género: fantasía épica
Editorial: Gigamesh
Se
nota que el invierno ya ha llegado a las tierras de Poniente, ya que
me he quedado frío al leer la quinta parte de la saga, para mí la
peor de todas hasta el momento. Sigue estando tan bien escrita como
las partes anteriores, en el mismo estilo, con personajes
interesantes y con una trama que sigue deparando nuevas sorpresas.
Entonces,
¿cuál es el problema? En mi humilde opinión, el defecto de Danza
de Dragones es que tiene mucha paja, que Martin ha estirado la goma
más de la cuenta, insertando capítulos insulsos y poco interesantes
que hacen la lectura aburrida.
Resulta
paradójico que las escenas principales (es decir, las de Tyrion,
Daenerys y Jon), las más esperadas por todos, sean las más pesadas.
En éstas los acontecimientos avanzan a ritmo de tortuga, apenas pasa
nada hasta el final, son demasiadas páginas para tan poca chicha.
Creo que ahí reside el lastre principal de la novela. En cambio, las
escenas teóricamente secundarias me han resultado más interesantes.
¿Por qué? Porque al ser pocas Martin ha ido más al grano y no se
ha regodeado en diálogos y descripciones intrascendentes y
repetitivos.
Y
cuando en los últimos capítulos, ¡al fin!, ocurren cosas y llegan
las sorpresas, te quedas con la miel en los labios, a la espera de
una sexta entrega que a saber cuándo se publicará.
Soy
de la opinión de que habría sido mucho mejor que el autor hubiera
escrito Festín de cuervos y Danza de dragones en un solo volumen,
como tenía pensado en un principio, eliminado numerosos capítulos
innecesarios. De esa forma, se habría mantenido el nivel de las
anteriores entregas.
Esperemos
que en el sexto volumen los acontecimientos no se demoren tanto y la
trama se encamine hacia el desenlace a mayor velocidad.