sábado, 16 de marzo de 2013

Dos nuevas reseñas de "El fatal desencuentro"


La novela El fatal desencuentro sigue cosechado buenas opiniones entre los lectores.

Recientemente, se han publicado dos nuevas reseñas positivas en los blogs Relatandome... y ebooks.tusanalsis.com:

Meterse en la piel de Héctor es montarse en una montaña rusa, desde el principio la acción arranca de manera frenética, casi espídica para no detenerse durante las 123 páginas de la novela. Si a esto le sumamos una narración ágil y directa, a veces poco descriptiva,  el resultado es un texto que te atrapa y que se puede leer tranquilamente en una tarde.   


Desde mi humilde punto de vista, normalmente, para que me guste una historia —ya se trate de un libro o de una película—, me tiene que transmitir algo distinto; por regla general, no me gusta el costumbrismo, y eso consigue esta historia: fantasía, misterio, y algunas dosis de novela negra. El comienzo es realmente bueno y sorprendente: muy al principio te ves inmerso en una trama que realmente te engancha.

Leer más en ebook.tusanalisis.com


Mi agradecimiento a estos blogs por comentar la obra y ayudar a su difusión.
 

 

sábado, 2 de marzo de 2013

Sobre la coma entre el sujeto y el predicado


No sé si será porque ahora me fijo más, pero últimamente encuentro a menudo un error de puntuación que consiste en poner una coma entre el sujeto y el predicado, y que aparece sobre todo cuando el sujeto es largo.

Según la Ortografía de la Lengua Española (versión de 2010, pag. 314) es incorrecto escribir coma entre el sujeto y el verbo de una oración, incluso cuando el sujeto está compuesto de varios elementos separados por comas.

Por ejemplo, lo correcto es escribir Mis padres, mis hermanos, mis amigos me quieren mucho, pero no Mis padres, mis hermanos, mis amigos, me quieren mucho.

Cuando el sujeto es largo, habitualmente se hace oralmente una pausa antes del comienzo del predicado, pero esta pausa no debe marcarse gráficamente mediante coma. Es frecuente este error cuando el sujeto es una oración de relativo sin un antecedente expreso.


Hay tres excepciones a esta regla:
  1. Cuando el sujeto es una enumeración que se cierra con etcétera (o su abreviatura etc.).
  2. Cuando después del sujeto se abre un inciso o aparece cualquiera de los elementos que se aíslan por comas del resto del enunciado.
  3. Cuando el sujeto está constituido por dos miembros unidos mediante conjunciones distributivas del tipo bien... bien, ora... ora, etc.


Es un error que he encontrado incluso en libros editados en papel por editoriales o en periódicos. Aquí pongo algunos ejemplos con los que me topado recientemente:

  1. Sucedía alguna vez que los exentos que perseguían a los niños, cogían alguno que tenía padres.
  2. Las generaciones que pasan por la escuela y las promociones de juventud, se transmiten este género de numen.
  3. Esa primera mirada de un alma que no se conoce todavía a sí misma, es como el alba en el cielo.
  4. La joven socialista que criticó a los líderes de la Internacional, es abucheada en la manifestación de Madrid contra los desahucios.
  5. El honrado ciudadano en cuyas manos cayó esta lista, supo al fin su significación.

Lo correcto es:

  1. Sucedía alguna vez que los exentos que perseguían a los niños cogían alguno que tenía padres.
  2. Las generaciones que pasan por la escuela y las promociones de juventud se transmiten este género de numen.
  3. Esa primera mirada de un alma que no se conoce todavía a sí misma es como el alba en el cielo.
  4. La joven socialista que criticó a los líderes de la Internacional es abucheada en la manifestación de Madrid contra los desahucios.
  5. El honrado ciudadano en cuyas manos cayó esta lista supo al fin su significación.