sábado, 26 de enero de 2013

La prisión de Black Rock



La prisión de Black Rock es una novela seriada de fantasía urbana que realmente engancha; al menos a mí ha conseguido mantenerme en vilo a la espera de la siguiente entrega. Misterios, sucesos sobrenaturales y personajes enigmáticos envueltos en turbios secretos se entrelazan para forjar una historia entretenida y absorbente que se va complicando con cada nuevo episodio.

La novela tiene tantos personajes y tantas historias que se entrecruzan que es muy difícil hacer un esbozo del argumento. Comentar solo que el personaje principal es Kevin Peyton, el propietario de una funeraria que es enviado injustamente a la prisión de Black Rock, un lugar terrible y despiadado, mágico, llenos de oscuros secretos: nadie sabe dónde está exactamente, y solo los autobuses de la prisión pueden llegar hasta allí. Peyton tendrá que adaptarse a ese lugar tan duro y enigmático, en el que se sucederán acontecimientos cada vez más inverosímiles.

Una de las cosas que más me gusta de la novela es la ambientación y descripción de la cárcel y de lo que allí sucede. Puedes sentir y palpar la opresión y la angustia que envuelve al protagonista. Es un lugar con magia (no en el sentido literal, obviamente, aunque de esa también hay, y mucha).

El estilo de escritura es muy ágil y sencillo, con escenas cortas que van alternando distintos personajes.

De momento se han publicado cuatro partes (la primera de las cuales se puede descargar gratuitamente en Amazon), sin que se sepa cuántas son en total. La lectura de cada nueva entrega se hace muy corta (casi que pasa en un suspiro), dejándote a la espera de que se publique la siguiente. Ese es quizá el aspecto más negativo de esta novela.

No es posible dar un valoración global, ya que la novela está incompleta. ¿Estará el final a la altura de las expectativas creadas? ¿O nos defraudará? Yo confío en que sí, en que va a ser sorprendente.

En definitiva, una novela de intriga por entregas altamente recomendable siempre que no te importe esperar para poder llegar al desenlace.